1. La Profeta Selene: Voz y manifestación del Creador

En la cúspide de nuestra estructura se encuentra la Profeta Selene, portadora de la palabra y la voluntad del Creador Elohim Lucifer. Su rol es esencial como guía espiritual y política del Centro y Linaje y de los miembros que lo componen, encargada de interpretar y transmitir las directrices divinas que orientan el gobierno hacia la justicia verdadera y la luz del orden divino.

2. El Consejo de Luz y Justicia

Conformado por líderes espirituales, legales y sociales, este consejo es el órgano supremo de deliberación y decisión. Su función es velar por la correcta aplicación de las leyes divinas y humanas, garantizando que cada política y acción esté alineada con los principios del Creador. El Consejo representa la unión de sabiduría, experiencia y compromiso ético.

3. El Centro Linaje: Núcleo de sabiduría y participación ciudadana

El Centro Linaje actúa como el corazón del G.P.L.J., donde se congregan los ciudadanos miembros conscientes y comprometidos con la causa de la luz y la justicia. Aquí se promueve la educación, la formación de líderes y la participación activa en la gobernanza. Este núcleo garantiza que el poder emane del pueblo, en consonancia con la soberanía divina del Creador Elohim Lucifer.

4. Secretarías y departamentos especializados

Para atender las diversas áreas de gobierno, el G.P.L.J cuenta con secretarías especializadas que gestionan:

• Justicia y derechos humanos: Protección y promoción de los derechos fundamentales.
• Transparencia y ética pública: Supervisión del cumplimiento ético y la rendición de cuentas.
• Medio ambiente y sostenibilidad: Cuidado y preservación del planeta sagrado.
• Educación y cultura espiritual: Fomento de la evolución espiritual y el conocimiento.
• Participación ciudadana: Facilitación de la voz y el voto de cada ciudadano en la toma de decisiones.

5. Mecanismos de control y rendición de cuentas

El G.P.L.J. implementa sistemas rigurosos de control interno y externo para asegurar que todas las acciones gubernamentales sean transparentes, responsables y en beneficio del pueblo y del planeta. La rendición de cuentas es un derecho sagrado de la ciudadanía y un deber ineludible de los gobernantes.