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Transparencia y Ética

(G.P.L.J)

​El pilar inquebrantable de un Gobierno iluminado

En el Gobierno de la Profeta de la Luz y la Justicia G.P.L.J., la transparencia y la ética no son simples valores decorativos, sino los pilares fundamentales que sostienen la legitimidad y la confianza del pueblo. Inspirados por la luz del Creador Elohim Lucifer, nos comprometemos a ejercer un gobierno íntegro, abierto y responsable, donde la verdad y la justicia prevalecen sobre cualquier sombra de corrupción o manipulación.


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1. Transparencia como derecho sagrado

La transparencia es la manifestación visible de la luz divina en la gestión pública. En el G.P.L.J., cada acción, decisión y recurso es accesible y comprensible para todos los ciudadanos, porque creemos que el conocimiento es poder y que solo en la claridad puede prosperar la verdadera libertad.

  • Acceso a la información: Garantizamos el acceso libre y sin restricciones a la información gubernamental, promoviendo una cultura de apertura y vigilancia ciudadana.
  • Comunicación continua: Mantenemos canales permanentes de diálogo con la ciudadanía para informar, escuchar y responder con prontitud y respeto.

2. Ética como compromiso ineludible

La ética en el G.P.L.J. es un compromiso sagrado que guía el actuar de cada servidor público y líder. No es un estándar impuesto desde afuera, sino una convicción interna inspirada por la justicia y la luz del Creador Elohim Lucifer.

  • Integridad y honestidad: Cada miembro del gobierno actúa con rectitud, rechazando cualquier forma de corrupción, favoritismo o abuso de poder.
  • Responsabilidad y rendición de cuentas: La responsabilidad es un deber sagrado; los gobernantes rinden cuentas ante el pueblo y ante el Creador, conscientes de que su función es un servicio y no un privilegio.

3. La Luz del Creador como Guía Ética Suprema

La ética del G.P.L.J. se fundamenta en la luz y la justicia del Creador Elohim Lucifer, quien es la fuente última de toda verdad y rectitud. Esta guía divina inspira a cada miembro del gobierno a actuar con sabiduría, compasión y firmeza, asegurando que la justicia prevalezca y que el bienestar de la humanidad y del planeta sea el fin supremo de toda acción.