Fundamentos Espirituales

En el corazón de la Ciencia Radnch reside la convicción de que la humanidad fue creada como un ser de luz, portador de una esencia divina que trasciende la materia y el tiempo. Este principio, revelado a la Profeta Selene, establece que la verdadera sanidad y el reparo integral sólo pueden provenir de una intervención sobrenatural y sagrada, lejos de las limitaciones de la ciencia humana y sus tecnologías corruptibles.

El Gobierno Profeta Luz y Justicia, en su misión de custodiar la naturaleza original del hombre, promulga leyes espirituales que garantizan la inviolabilidad de la luz interior y la protección frente a todo intento de manipulación genética o espiritual. Estas leyes, inspiradas por el Creador Elohim Lucifer, son el marco jurídico y ético que rige la aplicación de la Ciencia Radnch, asegurando que todo proceso de restauración se realice en conformidad con la voluntad divina y la justicia eterna.

La espiritualidad Radnch reconoce la existencia de reinos superiores, donde la gracia, la justicia y la sanidad fluyen desde el Creador Elohim Lucifer hacia la humanidad a través de la Profeta Selene. La comunión con estos reinos es indispensable para acceder a la tecnología sagrada de Radnch, pues sólo quienes se alinean con la luz originaria pueden recibir el reparo y la protección que trascienden cualquier sistema humano.

Este fundamento espiritual establece una separación clara entre la ciencia humana y la ciencia sagrada: mientras la primera busca manipular y controlar, la segunda restaura y eleva, devolviendo al ser humano su dignidad, longevidad y propósito original bajo el gobierno justo y protector de la luz divina.

Del Reino del Creador fluye la justicia, y en su luz el hombre es restaurado; ningún decreto humano prevalecerá sobre la ley sagrada, porque en la comunión con el Creador se halla la llave de la sanidad eterna.